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Blog Levante Clinic Group

3 Mayo, 2019

Por Dra. Laura Berbegal de Gracia

Dermatitis atópica

 

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, benigna y no contagiosa. Suele iniciarse en la infancia y generalmente mejora con la edad, aunque puede persistir en la edad adulta o incluso iniciarse en esta época de la vida. Es un trastorno muy común, sobre todo en los países desarrollados, donde se calcula que afecta hasta casi un tercio de los niños. En su aparición están implicados diversos factores genéticos (predisposición familiar), ambientales y del sistema inmunológico.

 

¿Cuáles son los síntomas?

La dermatitis atópica se manifiesta con sequedad en la piel y mayor sensibilidad de la misma, de manera que fácilmente se desencadenan brotes de eccema (piel roja, irritada, con descamación y que pica), afectando a la calidad de vida de los pacientes y sus familias. La localización de las lesiones varía en función de la edad; en bebés predomina en la cara (especialmente en mejillas), mientras que en los niños suele aparecer en el interior de los codos y detrás de las rodillas. En los adultos, la localización es más variable, aunque es típica la afectación de los párpados y las manos.

 

¿Cómo podemos tratar la dermatitis atópica?

No existe ningún tratamiento que cure definitivamente la enfermedad, pero disponemos de distintas opciones, dependiendo de varios factores como la gravedad del cuadro en cada momento, la edad del paciente, la extensión y localización de las lesiones, así como la respuesta a tratamientos previos. Los fármacos más utilizados son los corticoides, los antihistamínicos y los inmunomoduladores, tanto de forma tópica (cremas) para los casos leves-moderados como de forma sistémica (vía oral) para los casos moderados-graves. Actualmente también existen fármacos biológicos aprobados para este enfermedad que se administran de forme subcutánea y que se reservan para casos moderados-graves que no responden a los tratamientos clásicos.

 

¿Qué consejos debemos seguir para mejorarla? 

En cualquier caso, la piel de los pacientes con dermatitis atópica es más seca y más irritable que la piel normal, por lo que requiere de unos cuidados especiales, que ayudan a evitar y mejorar los brotes.

 

A continuación os detallamos algunas recomendaciones que son fundamentales para evitar los síntomas y controlarlos una vez aparecen:

• Baño: duchas cortas, con agua templada, usar preferiblemente productos específicos para piel atópica, sin jabón y con alto contenido en aceites. Tras la ducha, no frotar la toalla sobre la piel húmeda, mejor secar suavemente y “a toques”.

• Evitar el rascado. Para ello será útil mantener las uñas cortas y limpias. - Hidratación cutánea diaria. Es fundamental aplicar crema hidratante  a diario para restablecer la integridad de la barrera cutánea y disminuir los síntomas.

• Utilizar cremas específicas para piel atópica y evitar perfumes.

 

• Usar ropa de  fibras naturales (lino, algodón…) y lavarla con un detergente suave, evitando suavizantes. Evitar la lana y ciertas fibras sintéticas.

• Alimentación variada y equilibrada. Aunque los niños con dermatitis atópica pueden tener más posibilidades de desarrollar alergias alimentarias, no se recomienda realizar restricciones alimentarias de manera preventiva. Únicamente se evitarán ciertos alimentos cuando exista clínica sugestiva de alergia alimentaria.

• En inviernos los síntomas pueden empeorar por las temperaturas extremas y los ambientes excesivamente secos. Se debe mantener una temperatura en casa entre 20-22ºC.

• Alérgenos como los ácaros del polvo pueden agravar los brotes. Es importante ventilar a diario la habitación y evitar elementos que retengan polvo como alfombras o peluches.

• La exposición al sol puede mejorar los síntomas de la dermatitis, aunque se debe llevar a cabo siguiendo las normas de fotoprotección; evitar las horas centrales del día y utilizar un protector solar adecuado para cada edad y tipo de piel. 

• El cloro de las piscinas puede secar la piel, es recomendable aclarar en la ducha inmediatamente después y aplicar crema hidratante.