Cargando...

HORARIO de Lunes a Viernes 9:00-20:00 h.
Inicio">

Blog Levante Clinic Group

3 Junio, 2019

Por Dra. Ana Miralles Torres. Pediatra.

El sueño en los niños

 

1. Calcular la hora adecuada de irse a la cama
La pauta más importante para lograr que el niño se vaya a la cama a lo hora adecuada es lograr crear una rutina de sueño para él. ¿Cómo? El primer paso es determinar cuál debe de ser la hora de irse a la cama.
• Recién nacido: 16 horas día.
• 3 meses: 15 horas día.
• 1 año: 14 horas día.
• 2 años: 13 horas día.
• 5 años: 11 horas día.
• 9 años: 10 horas día.
• 14 años: 9 horas día.


2. Repetir actividades nocturnas con el bebé
Para crear una rutina de sueño, el siguiente paso es establecer una serie de actividades que se repetirán cada noche, antes de ir a dormir. Puede ser darle un baño, ofrecerle un biberón de leche, cepillarse los dientes juntos o leer un cuento en su compañía.
La creación de un ritual ayuda a la creación del hábito y a conciliar el sueño.


3. La cama nunca debe ser un castigo para el niño
Es un error mandar al niño a dormir por haberse portado mal. Sin embargo, sí conviene que el niño pase tiempo en su dormitorio durante el día, para que no lo asocie con el momento desagradable de tener que irse a dormir.


4. Misma hora de acostarse y de levantarse
Crear una rutina de sueño en el niño implica que no solo la hora de acostarse debe ser la misma sino, también, la de levantarse. Contar con horarios fijos facilitará que el pequeño acepte sin protestar irse a la cama a su hora.
Las vacaciones (Navidad, Semana Santa, verano) pueden desbarajustar algo este ritmo de sueño en el menor. Si durante las semanas de descanso, los niños que van a la escuela han cambiado sus horarios habituales (se acuestan y se levantan más tarde), es aconsejable que en los días previos al comienzo de las clases se vayan acostumbrando, de forma gradual, a su ritmo normal.


5. El ejercicio ayuda al niño
Para que no haya problemas para ir a la cama, lo mejor es que los niños lleguen a ese momento del día cansados y relajados. Por eso, es bueno que durante la jornada realicen actividad física. Los niños tienen mucha energía y están ansiosos por gastarla. Es importante que jueguen al aire libre, corran, hagan natación u otro deporte. Recordar que esta actividad no debe realizarse en las horas previas al descanso.


6. El niño no debe usar videojuegos de noche
Para que el niño se relaje, es importante evitar actividades que le puedan excitar durante esa última parte del día, entre ellas, los videojuegos y ver la televisión. Por su parte, la lectura de un cuento como última actividad del día -antes de apagar la luz y que el pequeño se quede solo en la cama-, contribuye a la relajación del pequeño.


7. Una luz tenue durante el sueño del bebé
El grado de oscuridad de la habitación también es importante. No es bueno que entre luz de la calle. Por ello, cuando la habitación tiene una ventana exterior, conviene que quede bien cerrada por medio de una persiana o una cortina gruesa.
En cambio, sí puede resultar conveniente dejar alguna luz tenue en el interior de la habitación, para evitar que el niño tenga miedo al quedarse solo en la habitación. Esta luz será de ayuda, también, para que no se asuste, en caso de que el pequeño se despierte en mitad de la noche.


8. Olvidarse del azúcar antes de dormir
La alimentación también influye en la calidad del sueño del niño. Existen comidas que excitan al niño, por lo que harán más complicado que entre en la cama a la hora que necesita. En este sentido, es importante prescindir de las bebidas con mucha azúcar, así como de la cafeína, después del mediodía.


9. Cada uno en su cama "Se debe promover la capacidad de que el niño pueda dormirse sin que sus padres estén presentes". Y en su propia cama. Si tras apagar la luz y abandonar la habitación, el niño vuelve a levantarse, se recomienda actuar de la siguiente manera: acompañarle a su cama y calmarle. Sin embargo, no se debe repetir la rutina anterior (lectura, etc.), ya que el niño lo verá como una forma de ganar tiempo y es fácil que lo asuma como hábito.



FORMAS DE RELAJAR AL NIÑO EN LA CAMA

Los niños tienen una rutina previa al momento de irse a la cama que han ido adquiriendo con el tiempo: la hora del baño, el momento de la cena, el relax posterior, etc. Sin embargo, a menudo, es necesario llevar a cabo algunas técnicas que ayudan a relajarlos y a que concilien el sueño debidamente.


La música
Una forma de relajación muy eficaz es la música. Cantar una nana a tu pequeño o ponerle música de fondo, suave y calmada, le ayudará a relajarse y a conciliar el sueño más fácilmente. Es una técnica que acostumbra a gustar a todos los niños, especialmente cuando son pequeños.


Los cuentos
Jugar con la imaginación es algo que encanta a los pequeños. Contarles un cuento es una de las formas de relajación previa al sueño favoritas de los niños. Por lo general, les encanta imaginarse en un barco de piratas, en un bosque encantado o en un castillo de princesas. Cuando los niños son más mayorcitos pueden leer un cuento, un libro o un cómic ellos mismos antes de acostarse.


Los masajes
Son una forma de relajación que alivia al niño del estrés que genera diariamente. Los masajes ayudan a regular y reforzar las funciones respiratorias, circulatorias y gastrointestinales del pequeño. Son una manera de comunicarse de forma afectiva con el niño y proporcionarle una relajación muscular que le inducirá al sueño.


La luz
Disponer de una iluminación adecuada en la habitación del niño resulta fundamental para recrear un lugar de descanso para ayudar al niño a dormir mejor. A menudo, los pequeños temen la oscur​idad y piden dormir con una luz encendida. En este caso, una buena solución es disponer de una lucecita que ilumine poco pero que les tranquilice en este sentido para que pueda dormir sin miedo a la oscuridad.


El Mindfulness
https://www.youtube.com/watch?v=NOIGirfJTHU
http://youtu.be/9CNSZcfOWio?list=PLdxUKi3Edf8TaXNhm8c6oJX7kVeawaA5b
http://youtu.be/dFLwBreII6o?list=PLdxUKi3Edf8TaXNhm8c6oJX7kVeawaA5b